Llegue a Paraguay en septiembre 2014, no hablaba español y mis conocimientos sobre la cultura Paraguaya eran muy reducidos. El primer recuerdo que tengo de Paraguay, es su tierra roja, y lo verde que era la ciudad de Asunción, pude observarlo desde la ventana del avión y eso me llamo mucho la atención, también siempre tengo en mente el calor que me sorprendió saliendo del aeropuerto. Los primeros meses en Paraguay fueron un poco complicados, porque como para todo intercambista tuve que aprender el español, sin embargo después de tres meses ya era capaz de entender todo y de hacerme entender. Empecé a conocer bien la vida paraguaya después de un cambio de Familia, mudándome desde Fernando de la Mora a Asunción. Es en esta segunda familia que pude sentirme verdaderamente como paraguaya, tenía tres hermanos y una hermanita, y mis padres anfitriones, todos era muy cariñosos conmigo. Mis hermanos me ayudaron mucho en la vida diaria mostrándome cómo comportarse en la calle, o como tomar el colectivo, pequeñas cosas de la vida que cambiaba mucho de Francia para mí. Además de eso tengo lindos recuerdos de paseos que hice con mi familia, o pudieron mostrarme lugares a visitar en Asunción, como la costanera, el cabildo, el Palacio Lopez, el parque Ñu Guasu etc… Estaba en un colegio llamado Santa Clara, en tercer Año. Mis compañeros eran muy simpáticos, atentos a lo que contaba sobre mi propia cultura, intercambiando también sobre la suya, todo era muy interesante. Muchas cosas eran nuevas para mi, por ejemplo el uniforme, o poder comprar comida en el colegio. La comida Paraguaya y sobre todo la típica me encanto, la sopa paraguaya, la Chipa Guasu, el Asado, el Mbeju, y el Terere son cosas que extrañe muchísimo a mi vuelta a Francia que tanto eran riquísimas. La artesanía paraguaya también me gustó muchísimo, me apasione por la filigrana, esas royas hechas en Paraguay me impresionaron por lo sencillo que eran y por la manera de cómo se hacían. El Ñanduti, la artesanía del cuero que podían verse en los mercados o tiendas de artesanía hicieron parte del encanto de Paraguay para mí. Además de esto, los paisajes fuera de Asunción como Aregua me dejaron sorprendida por su belleza. Para terminar creo que es importante decir que ese año en Paraguay fue un año que marco mi vida tanto por el enriquecimiento personal, la nueva cultura que conocí, pero también por la familia cariñosa que me recibió y que considero verdaderamente como mi propia familia. De una cierta forma aunque no estoy más en Paraguay sé que soy muy Paraguaya del corazón.
Clara Chabot – Lagana Intercambio. Francia – Paraguay 2014-2015.